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Ver las 1001 películas del libro "1001 películas que debes ver antes de morir" y hacer un pequeño post sobre cada una. Puedes seguir mis progresos en esta lista

#500. Buscando mi destino / Easy Rider (1969)


Ficha técnica: IMDB Wikipedia
Vistas: 41
Restantes: 960
Días: 7 meses y 7 días
Vista en: Miércoles, 13 de Octubre de 2010.
Lugar: Facultad de Ciencias (Universidad de Granada).



Acabo de volver de ver la película de facebook, una película que se anuncia como la película de una generación. Y, aunque la película está bien hecha y es el reflejo de un fenómeno social de gran repercusión mundial, creo que difícilmente se la puede considerar un hito generacional,  es decir, una película que inspire a toda una generación de jóvenes a elegir su rumbo en la vida acorde a los principios de dicha película. Y digo todo esto porque la película de que hablaremos hoy sí es "la película de una generación".

Wyatt (Peter Fonda)  and Billy (Dennis Hopper) son dos jóvenes que viven encima de sus motos. Se ganan la vida con el contrabando de drogas y al principio de la película se ponen como objetivo llegar a Nueva Orleans a tiempo para el Carnaval (Mardi Gras). Durante el trayecto conocerán a una serie de personajes, cada uno con su propia visión de la vida: así pasan por una granja, una comuna hippie, conocen a un abogado alcohólico,... Con todos ellos compartirán vivencias, sueños, amor, drogas… Haciendo suyo el motto "Carpem Diem", viviendo cada día como si fuera el último y sin pensar en el futuro. Sin embargo, su liberal estilo de vida choca a menudo con la mentalidad conservadora de la "América profunda", obligándoles, por ejemplo, a dormir a la intemperie más de lo que les gustaría.

La película inauguró el género de las "road movies". Un género donde los protagonistas viajan de un lado pero donde el destino no es lo importante sino las experiencias vividas y los personajes encontrados a lo largo del trayecto. Esto hace de la carretera una alegoría de la vida; ya que ambas simbolizan la constante búsqueda de una respuesta a las preguntas fundamentales de quien somos y adonde nos dirigimos.

En este caso el espíritu de la película parte de la idea sesentera de la libertad personal absoluta. Wyatt y Billy son libres en tanto que no están sujetos a las obligaciones y deberes sociales como la religión, el trabajo, la pareja o el gobierno. Sin embargo esta libertad es sólo aparente ya que esa misma sociedad estructurada que rechazan les odia e intenta destruir su forma de vida. Esto lo explica perfectamente Jack Nicholson en un punto de la película:

"Sí, desde luego, todo el mundo quiere ser libre, sí. Pero una cosa es hablar de ello y otra muy diferente es serlo. Es muy difícil ser libre cuando te compran y te venden en el mercado. Claro qué no les digas jamás que no son libres, porque entonces se dedicaran a matar y a mutilar para demostrar que lo son. Si, si, te hablarán una y otra vez de la libertad individual. Pero ven un individuo libre, y se cagan de miedo."

 Precisamente Nicholson hace aquí uno de sus primeros papeles notables. Interpreta a un abogado alcohólico que empieza admirando el estilo de vida de los protagonistas y acaba ligando su destino al suyo. Con él consiguió su primera nominación al óscar. Su discurso sobre los OVNIs no tiene precio.

La película alcanzó rápidamente el estatus de icono para toda una generación. Representaba todos los ideales de la contra-cultura de la época: rock, drogas, amor libre y comunión con la naturaleza. Los jóvenes y adolescentes acudieron en masa a verla, mientras la América conservadora echaba pestes de ella; haciendo patente el profundo cisma generacional de la sociedad contemporánea.

La banda sonora contiene algunas canciones que se convirtieron en leyenda como "Born to be Wild". Además contó con artistas reconocidos como The Band, Jimi Hendrix e incluso Bob Dylan.  Canciones que han quedado además ligadas a esos paisajes del medio oeste americano con esas carreteras infinitas y casi desiertas.

Actualmente la película parece un poco avejentada. Sin embargo, no deja de ser testimonio de una época donde todo parecía posible con sólo proponérselo.

#927. Buffalo'66 (1998)


Ficha técnica: IMDB Wikipedia
Vistas: 40
Restantes: 961
Días: 7 meses y 4 días
Vista en: Sábado, 9 de Octubre de 2010.
Lugar: No quieras saberlo.

 
Hay algo de enternecedor en esta improbable historia de amor.

Un hombre llamado Billy Brown (Vincent Gallo) sale de la cárcel. Mientras espera al autobús se hace consciente de que con la emoción de la liberación ha pasado por alto ciertas necesidades naturales urgentes. Después de intentar aliviarlas sin éxito en varios sitios, acaba en una escuela de baile. Aquí tampoco consigue su objetivo debido a ciertas "desavenencias" con otro "necesitado". Antes de proseguir su desesperada búsqueda de las praderas excusadas, decide aprovechar para llamar a su madre, para lo que consigue (mediante insultos e improperios) que una chica (Christina Ricci) le preste una moneda. La conversación no va demasiado bien. Para empezar Billy se encuentra algo irritable debido a su problema más inmediato y su madre no hace más que insistir en conocer a su mujer. No hace falta decir que no existe tal mujer y que su madre no tiene ni idea de dónde ha pasado Billy sus últimos años. Así que Billy en ese momento se encuentra con varios problemas urgentes y para solucionarlos decide recurrir a medidas un tanto extremas. Secuestra a la chica que le había prestado la moneda a base de gritos y tirones de pelo, la obliga a llevarle en su coche y tras aliviarse detrás de un árbol, le cuenta su plan.

Primero se disculpa por ser tan grosero durante el rapto y le pide que finja ser su mujer delante de sus padres. Sólo serán unas horas y después podrás marcharse. Inesperadamente, ella acepta...

Porque verás lo cierto es que ella no está retenida contra su voluntad. Él no la ata ni utiliza la violencia física contra ella (tirones de pelo aparte), no la fuerza en ningún momento a hacer nada que no desee. De hecho, en varios momentos él le dice expresamente que se puede marchar y ella rechaza reiteradamente la oferta. Porque lo cierto (y aquí viene el reverso tenebroso de la trama) es que ella se siente atraída por él. Se puede observar en la expresión de su rostro cuando Billy le está explicando lo que necesita de ella. Lo puedes intuir mientras escucha a escondidas la conversación de Billy por teléfono. Lo puedes notar en cómo aguanta estoicamente todas sus imprecaciones y puyas.

¿Y qué es lo que cuenta Billy a su favor para ganarse tal devoción? Lo cierto es que, a pesar de sus malos modos, de sus impertinencia, de sus agresiones verbales y de su apariencia de estar cabreado con todo el mundo, en realidad, no es más que un niño grande al que no le dejaron crecer. Su padre es un impresentable que probablemente no le hacía caso más que para arrearle y su madre, una fanática del fútbol americano, no le perdona a Billy que fuera a nacer justo el día en el que los Buffalo Bills se proclamaron campeones de liga por última vez. Para colmo esa afición fue indirectamente responsable de que Billy acabara en la cárcel.

Así que Billy es en realidad un lisiado social, que reacciona con las mujeres igual que los niños pequeños: mediante la agresión verbal porque son incapaces de comprender los sentimientos que bullen en su interior. No saben lo que es el amor y éste les confunde.

A medida que la chica va descubriendo ese interior torturado de Billy se va enamorando más y es más y más consciente de lo necesario que es ese amor para éste. Pero Billy es incapaz de entenderlo y su único objetivo vital es matar a aquel considera responsable de su encierro. ¿Conseguirá el amor de Layla llevarle por el buen camino?

Resulta una película conmovedora y original a pesar de jugar con elementos clásicos como los traumas infantiles, la redención, etc. La forma en la que aparecen los flashback es realmente original y no recuerdo haberla visto en ninguna película anterior o posterior.

En el plano negativo, Cristina Ricci, que interpreta a Layla, siempre ha comentado que el rodaje fue un "infierno" para ella debido a los insultos que recibía continuamente de Vicent Gallo (actor, director y guionista de la película). Eso no quita que en la película haga un grandísimo papel de esos que enamoran.

Vicent Gallo también hace un gran papel pero vistas las declaraciones de Ricci, parece que no le era tan difícil de "interpretar"...

Para terminar, una curiosidad: el último campeonato ganado por los Buffalo Bill fue en 1965 y no en 1966. La confusión seguramente se deba a que por entonces las finales se jugaban en el mismo año que la temporada regular en vez de en años distinto como sucede actualmente. Así la final de la temporada del 65 se jugó el 26 de Diciembre de 1965 (curiosamente esta fecha aparece correctamente en la película excepto por el año). Por lo tanto la película debería llamarse Buffalo'65.

En definitiva, una película agradable de ver e interesante para aquellos que busquen una historia de amor diferente.

#44. La muchacha de Londres / Blackmail (1929)


Ficha técnica: IMDB Wikipedia
Vistas: 39
Restantes: 962
Días: 7 meses y 2 días
Vista en: Miércoles, 6 de Octubre de 2010.
Lugar: Filmoteca de Andalucía (Biblioteca de Granada).

 
Bueno pues sigue el ciclo de Alfred Hitchcock en la Biblioteca de Granada. Hoy le toca el turno a la primera película sonora del director y posiblemente la primera del Reino Unido.

En las primeras escenas asistimos a todo el proceso de arresto de un criminal, desde su captura hasta que lo envían al calabozo, pasando el interrogatorio, la rueda de identificación, etc. Esta secuencia me hace pensar que se podría hacer un estudio histórico de los métodos policiales a lo largo del siglo XX viendo películas de Hitchcock. Por ejemplo, todos hemos visto hasta la saciedad esas típicas ruedas de reconocimiento con un cristal opaco por medio y el testigo junto al abogado del sospechoso en una habitación a oscuras. Sin embargo aquí no sólo no hay cristal sino que la testigo tiene que tocar físicamente al sospechoso para mostrar su decisión (recuerdo un capítulo de "Life on Mars" donde también se hacían las identificaciones así, por lo que lo del cristal debe de ser relativamente moderno). También es destacable esa "radio patrulla" que no es ni más ni menos que un enorme telégrafo instalado en la parte trasera del coche patrulla (y un telegrafista anexo). Después de esta instructiva escena, empieza la película propiamente dicha.

Una chica espera impacientemente en una comisaría a que salga su novio que trabaja como agente de policía. Cuando éste por fin hace acto de presencia la chica está visiblemente enfadada por la tardanza y nada parece hacerle cambiar de humor; ni siquiera una invitación al restaurante más solicitado de la ciudad. Porque verás la chica tiene otros planes más interesantes con un misterioso pretendiente. Cuando lo divisa entre la multitud, consigue deshacerse de su acompañante de malas maneras y se encuentra con aquél. La cita resulta bastante agradable; tanto que la chica acepta sin dudarlo mucho la invitación para ver su estudio. Sí, el chico es artista y no, no es un truco para ligar, tiene un cuadro muy grotesco en medio de la habitación para demostrarlo. Desgraciadamente, los "eventos" ocurridos durante esa noche en el dormitorio, le pondrán a la joven en una situación susceptible de ser aprovechada por un avieso personaje con avidez por el dinero fácil...



Se trata quizás del eslabón perdido entre la era del cine mudo y la era del sonido. Así, algunas escenas como las iniciales son completamente mudas con una banda sonora por encima y los actores se mueven exagerando los gestos. Sin embargo, para ser de las primeras películas sonoras, los diálogos están sorprendentemente bien elaborados. Además Hitchcock sabe manejar como un experto las nuevas posibilidades como se pone de manifiesto en una escena en la que vemos como la protagonista está obsesionada con una única palabra de una conversación: cuchillo.

En realidad, la película se empezó a rodar como una película muda, hasta que los directivos de la productora decidieron unirse al boom de las 'talkies' y Hitchcock tuvo que añadir diálogos sobre la marcha. Esto provocó ciertos problemas, siendo el más complejo el de la protagonista principal, Anny Ondra. Anny era checa y hablaba inglés con un acento, digamos, poco atractivo. Al igual que en la trama de "Cantando bajo la lluvia", se optó por el doblaje de sus escenas; ya que el cambio de actriz a esas alturas del rodaje era inviable. Esta situación provoca que la actuación de Anny sea un poco rara. Hay que apuntar que la chica que dobla a Anny, Joan Barry, tampoco es que tenga una voz portentosa. Demasiado aguda para mi gusto. Abajo podéis oír la voz original de Anny Ondra, que tampoco me parece tan mala, pero claro yo no soy inglés.



En la película se pueden observar todos los elementos de Hitchcock que comenté la semana pasada: los cambios de registro (como en la escena de la cita nocturna), el suspense (en este caso más acentuado ya que la película transcurre en menos de 24 horas) y el cameo del director (que en este caso se precia de ser el más largo y obvio de todas sus películas). Resulta bastante interesante, en cambio, que no haya elementos freudianos o charlas sobre sostenes. La única concesión al erotismo en esta película son los tres cambios de ropa que hace la protagonista.

Lo que sí tiene mucha importancia en el film son los objetos. En primer lugar está el grotesco cuadro de la habitación del artista. El cuadro representa a un bufón riéndose del observador y da mucho juego en todas las escenas de tensión. Por otro lado, tenemos los guantes de la chica que aparecen y desaparecen acompañados siempre de un gran significado implícito.

La película es simple pero extraordinaria en su dirección, la escena de Anny paseando como ida por en medio de la ciudad con los peatones pasando como si fueran fantasmas o la escena del cuchillo son magistrales.

Una película muy recomendable que quizás más de un fan de Hitchcock haya pasado por alto.

#975. Good bye, Lenin! (2003)


Ficha técnica: IMDB Wikipedia
Vistas: 38
Restantes: 963
Días: 7 meses
Vista en: múltiples ocasiones.
Lugar: en múltiples sitios.


La película de hoy se ambienta en el último año de vida de la República Democrática Alemana. Transcurre desde poco antes de la Caída del Muro hasta la Reunificación en 1990.

La protagonista de la historia es una familia germano-oriental que vive en Berlín Este. El padre huyó al Oeste abandonando a su mujer con sus dos hijos, Alex y Ariane. La madre, quizás como reacción, se convierte en una idealista y se vuelca hacia la causa comunista. Erigida en líder de su comunidad, no ceja de acosar a las instituciones gubernamentales para obtener cosas necesarias en su barrio como ropa, libros, etc. Su fe en el Comunismo es tal que cuando ve a su hijo Alex siendo arrestado brutalmente en una manifestación anti-gubernamental sufre un shock y cae en coma durante varios meses.

Durante ese tiempo cae el muro y Berlín Este se empieza a occidentalizar rápidamente. Alex consigue un nuevo trabajo de antenista junto a un residente de Berlín Oeste, Denis, un joven aspirante a director de cine. También conoce a Lara, una enfermera con la que empieza a salir. Cuando la madre despierta en el hospital, el médico le comunica a Alex que su corazón está muy débil y que cualquier sobresalto podría matarla. Alex comprende entonces que si su madre llegara a enterarse de los últimos acontecimientos desarrollados en su país, podría recibir un tremendo impacto. Así que decide, con la ayuda de Denis, su hermana Ariane y su novia Lara, hacer como si todo siguiera igual en la RDA. Para ello tendrán que redecorar la casa, conseguir alimentos que ya no están disponibles, recrear programas de radio y televisión, etc.

Se trata de una película que da una visión bastante nostálgica de la vida en la antigua RDA. Se centra sobre todo en las cosas más cotidianas. Así se pueden observar los coches Trabant (popularmente conocidos como "Trabbi"), los programas escolares, la ropa, e incluso botes de pepinillos. El objetivo de la cinta no es criticar el régimen de la extinta república (algo en lo que ya se profesan otras películas alemanas como “La vida de los otros”), sino dar una visión del día a día de sus ciudadanos y de cómo esa existencia uniforme y aséptica en la que viven es absorbida a lo largo del proceso de unificación por las multinacionales occidentales que inundan rápidamente la república comunista de infinidad de productos distintos. 

Uno de los aspectos más fascinantes de la película es el cambio tan grande de Berlín Este en tan poco tiempo. De tal forma que a los protagonistas les resulta casi imposible encontrar cosas de la RDA que seguramente eran las únicas disponibles hace sólo unos meses. Socialmente los jóvenes parecen asimilar el cambio muy rápido. Por ejemplo, en el tiempo que la madre está en coma, Ariane comienza a trabajar en una Hamburguesería y se echa un novio occidental. De hecho, está tan occidentalizada que se convierte en la mayor opositora al plan de Alex. En cambio, las personas mayores se ven perdidas y sin rumbo y se refugian en esa casa que se ha convertido en el último reducto de la RDA. El último vestigio de la única vida que conocen.


Respecto al argumento, la primera vez que la vi me pareció conmovedora la dedicación del protagonista en que su madre no notara cómo habían cambiado las cosas. Esa lealtad irredenta chocaba con la apatía de la hermana, poco entusiasta a tener que renunciar a su recién obtenida libertad. Ésta me resultó antipática y egoísta, ya que no estaba dispuesta a hacer ningún sacrificio por el bien de su madre. Sin embargo, en posteriores visionados, algunas personas me han hecho notar que la hermana tiene en parte razón cuando dice que no puede apartar a su madre del mundo eternamente y que la está infravalorando al asumir que su madre no podrá aguantar el golpe. Este nuevo enfoque da a la actitud de Alex un cierto toque siniestro al querer controlar cada minuto de la vida de su madre por el mero hecho de considerarla débil. Creo que esta visión es un poco injusta con el protagonista ya que él sólo hace lo que cree que es mejor para su madre y no hay que olvidar que el médico asegura firmemente al principio de la película que cualquier impresión fuerte podría matarla. Desgraciadamente, a estas alturas soy incapaz de descubrir cuál era la auténtica intención del director. No deja de ser curioso cómo cambia una película cuando la ves varias veces. Sin duda todo esto daría para un largo debate.

Dejando a un lado todo eso, es una película muy divertida y emocionante. De esas que no importa ver una y otra vez.

#91. Los 39 escalones / The 39 Steps (1935)


Ficha técnica: IMDB Wikipedia
Vistas: 37
Restantes: 964
Días: 6 meses y 26 días
Vista en: Sábado, 2 de Octubre de 2010.
Lugar: No quieras saberlo.

"There are 20 million women in this island and I get to be chained to you. / 
Hay 20 millones de mujeres en esta isla y tuve que encadnarme contigo"

Como hace tiempo que no tocamos los clásicos, hoy les traigo esta joyita del maestro Alfred Hitchcock. Así además aprovecho para informarles de que la Biblioteca de Granada está actualmente proyectando un ciclo del director que durará durante todo el mes Octubre y puede que Noviembre. Pero volvamos a Los 39 escalones. Ya la había visto hacía muchos años y recordaba que me había dejado un regusto agradable y ahora al volver a verla no me defraudó. 

La película abre con una escena en un "music hall" de Londres. El maestro de ceremonias está presentado al famosísimo Sr. Memoria, un hombre capaz de almacenar más información que un disco duro de 15 TB. La gente entre el público se divierte un rato poniendo a este señor a prueba haciéndole preguntas de todo tipo: desde quién ganó una carrera de caballos hace años hasta la edad de Mae West (42 años en el momento de la película). Un canadiense le pregunta por la distancia entre Winnipeg y Montreal. Todo sigue en un ambiente distendido con chanzas y preguntas diversas hasta que el hombre que preguntó por la edad de Mae West (y que recibió del Sr. memoria una cortés aunque categórica negativa a desvelar la edad de una dama) empieza un altercado. El público comienza a alterarse y en ese momento se oye un disparo provocando el pánico general. La banda para aliviar la tensión decide tocar una marcha cómica mientras la gente se dirige apresuradamente a las salidas.

Ya en la calle vemos que el señor canadiense, Richard Hannay de nombre, no ha perdido el tiempo y ha conocido a una atractiva chica en el tumulto. Una chica que además insiste en que la lleve con él... Bueno, no todo es tan bonito, la chica actúa de forma bastante extraña: evita las ventanas, no le gustan los espejos e insiste en ignorar el teléfono que suena insistentemente. Tranquilos, no es una vampiresa, aún peor, es una espía que lucha contra un despiadada organización extranjera (¡chúpate esa, James Bond, esta chica ya hacia tu trabajo 20 años antes que tú!). Según dice, esta organización, "Los 39 escalones", van a extraer un secreto muy importante de Inglaterra y vendérselo al enemigo y ella tiene que impedírselo con la ayuda de un contacto en Escocia (chico, para ser una espía canta más que un canario recién alimentado). Hannay no le hace mucho caso a su historia de primeras; pero ciertos "acontecimientos" nocturnos le hacen ver la necesidad de coger el expreso a Edimburgo del día siguiente. Así comienza su gran aventura...

Que Hitchcock es un gran maestro se demuestra en estos 15 minutos iniciales de la película. La forma en la que te lleva de una escena a otra sin descanso, sin saber del todo lo que ocurre en cada momento pero sin perderte en el camino (muy al contrario ansiando constantemente saber que pasará a continuación) y, sobre todo, esa manera que tiene de sacudir la tierra bajo tus pies cuando crees que empiezas a entenderlo todo, son... sencillamente magistrales. La película son sólo 89 minutos pero las emociones que contiene hacen que parezcan una vida entera.


Otra de las grandes bazas de Hitchcock, también expuesta en esas escenas iniciales, son los brillantes cambios de registro: es capaz de pasar del drama más conmovedor a la comedia más banal y de ésta al terror más sublime en una sola secuencia; metiendo en el proceso al espectador en una montaña rusa emocional y convirtiéndonos en meras marionetas creadas para su divertimento.

Y si todo esto sucede sólo en los 15 primeros minutos, imagínate el resto de la película: una sucesión ininterrumpida de escenas inolvidables cargadas de tensión, humor e, incluso, romance. Y todo eso mientras seguimos al señor Hannay por esos tenebrosos páramos escoceses, que parecen hechos ex profeso para una historia de suspense.

En el camino, Hannay tendrá que hacer de todo: sobornar a un granjero escocés, dar un "mitin" político y hasta amenazar a una chica a punta de pipa. Todo para salvar a su país… y a sí mismo.

En el plano interpretativo, todos los actores hacen un papel perfecto. No en vano Hitchcock sabía cómo sacar lo mejor de cada uno de ellos. Personalmente me quedo con la interpretación de Madeleine Carroll, una de esas "rubias fatales" del director, sobre todo en una escena muy recordada que transcurre en un motel. Los diálogos entre ella y el protagonista también son memorables por su ironía.

Y por supuesto, no pueden faltar todos los elementos clásicos de una película de Hitchcock: símbolos fálicos, una divertida (y ambigua) conversación sobre sostenes y el cameo del director, que en esta ocasión ocurre bien prontito (por lo visto, Hitchcock prefería hacerlos al principio de la película para que los fan no se distrajeran de la trama tratando de encontrarle).

Sólo me queda recomendarles efusivamente esta película. Si van a ver una sola película de Hitchcock, por favor, que sea ésta. ¿Aunque por qué iba nadie a querer ver sólo una película de Hitchcock?

#781. Cinema Paradiso / Nuovo Cinema Paradiso (1988)


Ficha técnica: IMDB Wikipedia
Vistas: 36
Restantes: 965
Días: 6 meses y 24 días
Vista en: Lunes, 8 de Febrero de 2010 (21:30).
Lugar: Retoback 2010 (Teatro Isabel la Católica).


"Tarde o temprano llega un momento en el que hablar y estar callado es la misma cosa."

La historia gira alrededor de los recuerdos de un director de cine sobre su infancia. En especial de su relación con el proyeccionista del único cine de su pueblo. Esta relación le permite al chico, para disgusto de su madre, ver las películas antes de que se censuren.

Se trata de una película deliciosamente nostálgica en la que muchos se verán reflejados. Muestra a la perfección lo que debía de ser la vida de cualquier pueblo hacia mediados del siglo XX. El desfile de pintorescos personajes son en su mayoría personajes cotidianos: el cura, el loco, el alcalde, la puta. Todos ellos son entrañables a su manera y aunque tengan defectos no existe acritud ni maldad en sus actos. Se comportan como deben hacerlo pero sin intención de hacer daño a nadie. En este sentido la película es muy dulce; quizás porque se trata de una historia vista a través del velo de los recuerdos y siempre se tiende a recordar lo bueno y olvidar lo malo.

Pero sobre todo la película trata de la madurez: del descubrimiento del mundo a través de los ojos de un niño. Un mundo grande y sorprendente que se expande hacia el infinito gracias a esa ventana abierta que se llama cine. Para ese niño que se escabulle siempre que puede a la sala, que usa el dinero del pan para comprar la entrada, el cine representaba un viaje a otros mundos, a otras realidades, completamente alejadas de su existencia cotidiana. A largo de la cinta van apareciendo películas de vaqueros, de aventuras, comedias, romances, grandes clásicos y películas olvidadas, todas le enseñan algo nuevo de la vida y del mundo: le enseñan a amar, a reír, a soñar... El cine en un pueblo pequeño y aislado debía ser una experiencia mágica.


Por otra parte es una película donde se respira Italia y el estilo de vida mediterráneo en general. Así el crío es educado entre todos los del pueblo. Todos tienen algo que aportar a su desarrollo vital. El proyeccionista que le enseña lo que hay más allá de las colinas, el cura que le enseña a comportarse, incluso la prostituta con la que tiene sus primeras experiencias sexuales. Y por supuesto, su madre que le enseña su capacidad de sacrificio sacando adelante al niño sola.

El camino a la madurez del protagonista corre paralelo al camino a la madurez de la propia Italia. Así esa inolvidable escena con el párroco y la campanilla censurando las escenas más subidas de tono antes de cada película va dejando paso a una mentalidad más abierta y cosmopolita, al tiempo que el pueblo va dejando de ser una isla flotando en la inmensidad del cosmos y se convierte en una parte de un todo mucho más grande. Pero esa apertura tiene un precio ya que de pronto el pueblo se vuelve demasiado pequeño para las ambiciones del chico y tiene que abandonar a sus conocidos, novia y amigos para irse en busca de su destino. Con eso se pone fin a una época y la Italia rural deja paso a una Italia más urbana y moderna.

Mención especial merece la maravillosa banda sonora de Ennio Morricone que ha quedado como un icono cultural (otro más de los que nos dejó este grandísimo compositor).

La película ganó el Oscar a mejor película extranjera en 1989. Existe una versión extendida que fue la que vio el que escribe. El final de esta versión encaja, desde mi punto de vista, bastante mal en el espíritu general de la película. Aunque como no he visto la versión oficial no puedo decantarme por una o por otra. Si alguien has visto alguna de las dos, me encantaría que nos comentara que le pareció.

Sin duda es una película que hay que ver, sobre todo aquellos que siguen viendo el cine con la mirada de un niño.

#928. Academia Rushmore / Rushmore (1998)


Ficha técnica: IMDB Wikipedia
Vistas: 35
Restantes: 966
Días: 6 meses y 22 días
Vista en: Vienes, 24 de Septiembre de 2010.
Lugar: No quieras saberlo.


"I saved Latin. What did you ever do? / 
Yo salve le Latín. ¿Qué has hecho tu?"

Bueno, pues ésta la vi el viernes pasado con mi fiel compañero de fatigas blogueras Tremendelirius y cuando llegamos a los créditos no puede evitar exclamar: "¡Va a ser un infierno hacer un post de esto!" a lo que él no pudo más que corroborar mi afirmación al tiempo que admiraba mi dedicación por tan noble misión y seguramente albergando en su interior un secreto alivio por no tener dicha noble misión por objetivo vital. Pero bueno, armémonos de valor y vamos allá.

La historia se centra en un chaval de 15 años que asiste como becario a la academia elitista Rushmore (no estoy muy ducho en el sistema escolar americano pero asumo que equivale a un instituto por estos lares). El chico parece estar más fascinado por vida en el campus que por las propias clases académicas. Así es miembro de decenas de clubs (y fundador de la mayoría de ellos), además de dirigir diversas obras de teatro absurdamente complejas y con un ligero toque Scorsese. Sin embargo, académicamente es el peor alumno de Rushmore y el director le advierte que están barajando "prescindir de sus servicios". Esta advertencia, lejos de espolearle a hincar los codos y ponerse a chapar, le impulsa a seguir con su actual forma de vida.

En el curso de la película el chico se hace amigo de un industrial multimillonario llamado Herman Blume (Bill Murray) que es padre de dos de alumnos de Rushmore. Éste, en plena crisis de la mediana edad, desprecia a sus hijos a los que considera unos brutos sin cerebro (razón no le falta) y empieza a admirar a Max por su determinación.

Todo funciona bien entre los dos hasta que ambos se enamoran de una profesora de primaria y entonces empiezan una guerra particular por su amor...

Mi problema con la película es el hecho de que esté en la Lista. Si no estuviera en la lista, diría que es una película agradable que se deja ver aunque más bien del montón. Pero está en la Lista y eso es lo que no entiendo. ¿Cómo puede esta cinta estar a la misma altura que Crash o La escafandra y la Mariposa (por mencionar sólo algunas de las que han aparecido últimamente)? Así que me veo obligado a pensar que algo genial tiene que tener, pero yo soy incapaz de verlo.

Se trata de una comedia, sin embargo, "no me mata" como dice una amiga mía. Excepto alguna escenas aisladas (todas ellas centradas en la guerra que mantienen Max y Herman) el resto apenas si merece una sonrisa condescendiente. Aunque es posible también que se trate de un humor muy inteligente rayano en la incomprensibilidad para pobres legos ignorantes como el que escribe.

Es posible que también se trate de una película sobre la madurez; pero en mi opinión el problema con el protagonista es que pretende madurar antes de tiempo. Y éste es otro de los puntos que tengo atravesados: Max, el protagonista. Se trata de un niñato, un "bocas" que se cree más de lo que en realidad es. Crea un montón de clubes absurdos sólo para impresionar, se hace de tutor de un chico sólo para aparentar que pretende algo con la madre de éste y finalmente se enamora y acosa a un mujer sin siquiera tener en consideración la diferencia de edad. Lo de la diferencia de edad no supondría un problema si la atracción fuera mutua. Sin embargo, como la profesora no se cansa de repetir a lo largo de toda la película, ella no siente nada por él. Pero Max, fiel al lema de "cuando una mujer dice No, quiere decir Sí", no desiste y sigue con un acoso que roza lo criminal más que lo romántico. Esto unido a una poca agraciada, de mi punto de vista, actuación de Jason Schwartzman (para mí que siempre pone la misma expresión para todas escenas), hacen que este personaje me cayera "gordo" desde el principio.



Por otro lado, Bill Murray hace un papel muy correcto como cuarentón amargado. Una de sus mejores actuaciones (posiblemente porque el propio Murray estaba pasando una mala racha por entonces). Pero la falta de una dirección clara de la película hace que todo su esfuerzo sea en balde.

Creo que lo realmente estropea la película es su anárquico guión sin rumbo aparente.  El hecho de que cueste tanto trabajo resumirla da un idea de la confusión que genera.

#996. La escafandra y la mariposa / Le Scaphandre et le Papillon (2007)


Ficha técnica: IMDB Wikipedia
Vistas: 34
Restantes: 967
Días: 6 meses y 19 días
Vista en: Noviembre de 2009.
Lugar: Aula Magna de la Facultad de Ciencias de Universidad de Granada.


"Aparte del ojo, hay dos cosas que no se me han paralizado: mi imaginación y mis recuerdos"

Un día despiertas en una cama de hospital. Abres los ojos o lo intentas. Ves unas sombras blancas moverse pero no puedes seguir y vuelves a sumirte en la oscuridad. Al cabo de un tiempo (¿horas? ¿días?) vuelves a intentarlo. Esta vez una enfermera se da cuenta de tus esfuerzos y llama a un médico. Al tercer intento ves a un médico junto a tu cama examinándote. Te pide que muevas varias partes de tu cuerpo pero tú eres incapaz. Sólo puedes mover los párpados. Para colmo el médico te cose uno de ellos por riesgo de infección. El médico te informa de que no puedes moverte aunque el cerebro está intacto. Se denomina "locked-in syndrome" (el síndrome del cautiverio) porque estás atrapado en tu propio cuerpo. Aunque no puedas reflejarlo tu mundo interior se derrumba. ¿Cómo se puede soportar una vida así? ¿Cómo sobrevivir cuando lo has perdido absolutamente todo?

Éstas son las preguntas que Jean-Dominique Bauby, periodista para la revista ELLE, tuvo que afrontar después de despertar de un coma de tres semanas producido por un accidente de coche. Cualquiera en su lugar se hubiera hundido, hubiera perdido la ilusión por vivir, y de hecho, Bauby pasa por un periodo de profunda depresión. Sin embargo, Jean-Do es un espíritu fuerte y gracias a la ayuda desinteresada de la gente del hospital consigue habituarse a su nueva existencia. Aprende a comunicarse con el exterior sólo parpadeando y consigue tal dominio del sistema que hasta escribe un libro dictado. Así nace "La escafandra y la Mariposa". Un hermoso relato en el que Jean-Do habla de su vida anterior, de sus sueños, de sus recuerdos, de su vida cotidiana en el hospital, de cómo ocupa su mente mientras está a solas en su habitación... No es sólo un relato de superación de una discapacidad, es también un ejercicio (forzado) de introspección en el alma de un ser humano. El objetivo del libro no es generar compasión o piedad, sino que incita a vivir más plenamente la existencia cualquiera sea las circunstancias.


La película más que en el libro se centra en la creación de éste y en las circunstancias que lo rodearon. Es una película vital en la que la dirección de Julian Schnabel sabe transmitir de forma magistral el espíritu del libro. Partiendo de una cámara estática que representa la visión de Jean-Do del mundo, es capaz de hacernos sentir su impotencia y soledad. La identificación es inmediata por que nosotros como espectadores tampoco podemos influir en el mundo de la película y eso hace del "lock-in syndrome" una metáfora del cine y de Jean-Do con su único ojo abierto, el último espectador. Un espectador que no puede salir de la sala y que debe contemplar impotente el desarrollo de la película de su vida.

Poco a poco conforme Jean-Do va "regresando" al mundo y empieza a comunicarse con él, la cámara le va abandonando y podemos compartir su diaria lucha contra el mundo. Cómo intenta con todas sus fuerzas luchar contra la enfermedad y cómo le cuesta un mundo hacer lo más mínimo. Pero Jean-Do no se rinde, tiene una fuerza vital y unas ganas de vivir que ni siquiera la parálisis puede detener.

Por otro lado, el cine nos ofrece el lujo de contemplar sus pensamientos (esas maravillosas historias que se cuenta a sí mismo para no ser absorbido por la autocompasión) en hermosas escenas cargadas de lirismo junto con escenas retrospectivas que nos permiten conocer como era Bauby antes del accidente.

Tanto la película como el libro son un canto optimista a la vida. En un tiempo donde parece que uno estorba en cuanto tiene una discapacidad o se hace mayor, se agradecen este tipo de historias. Es un auténtico ejemplo de superación. Quizás nosotros no seamos tan valientes quizás nosotros sólo queramos la liberación del olvido eterno antes que aguantar así; pero si llegara el momento y recordaras a Jean-Dominique quizás, sólo quizás, todavía conservarías la esperanza.

 
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